Esmeralda Pimentel abre su corazón y confiesa que fue abusada por un familiar muy cercano

Si bien es cierto que el hogar supondría ser el lugar más seguro para un menor de edad, no siempre es así. Lastimosamente, muchas personas que han sido abusadas sexualmente, fueron victimizadas por algún familiar directo, que aprovechó el parentesco para cometer sus fechorías.

Además, muchos otros prefieren callar lo ocurrido para evitar un gran problema familiar y así continúan su vida, guardando este terrible secreto. Por otro lado, también existen los que sí se deciden a hablar y cuentan su verdad.

Tal es el caso de la actriz de origen estadounidense, Esmerada Pimentel, de 34 años de edad, quien se sinceró y reveló algunos detalles del abuso sexual que sufrió en la infancia y lo hizo al participar en el podcast El rincón de los errores.

La actriz, quien nació en El Bronx, Nueva York, describió el momento en que fue obligada a callar los tocamientos indebidos que recibió a manos de un primo. “Reconozco que tengo un asunto con la autoridad en el sentido de la imposición o de todo aquello que coarta la libertad, si me lastima mucho y me duele y a veces ni siquiera es conmigo, es con los demás. Me he llegado a meter en muchos problemas o hay producciones que probablemente ya no me contraten porque fui la que defendía los horarios justos o decía ‘te estás pasando de lanza con él’ y, sobre todo, cuando me quieren callar no me dejo”, dijo la actriz.

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Además, la protagonista de melodramas como Montecristo y Cachito de cielo, dijo por qué se decidió a hablar de los sucedido cuando era una niña. “Viene de la falta de libertad que viví por muchos años, o por muchos abusos que sufrí cuando era chica y de los que fui testigo en mi familia, en mi contexto, y que estaba muy normalizado el quedarme callada”.

Esmeralda, también contó que a pesar de que se lo dijo a su familia, encubrieron lo que había hecho su primo y la hicieron callarse por varios años, no obstante, cuando se independizó comenzó a cuestionar lo que sucedió y desde ese momento, cuidó a sus más cercanos.

“Yo me acuerdo, por ejemplo, de una ocasión en la que yo estaba tomando la siesta. Yo era una niña y un familiar, o sea, de pronto empecé a sentir que me estaban tocando, seguía con los ojos cerrados, pero estaba consciente de que me estaban tocando, entonces como este miedo de ‘¿quién va a ser cuando abra los ojos?’, abrí los ojos, era un primo y lo primero que hice fue bajar a decirle a mi abuelita ‘mi primo me hizo esto’, y mi abuelita me dijo ‘cállate, no lo vuelvas a decir, eso no pasó’”, explicó la actriz.