Rafael Sánchez-Navarro hombre de televisión, cine y teatro

Cerca de cumplir 50 años de trayectoria artística, el actor Rafael Sánchez-Navarro se mantiene vigente en los reflectores luego de sumar en su lista poco más de 80 de producciones en las que ha participado.

Sánchez-Navarro, con 65 años, comenzó su carrera a los 16 en la cartelera teatral, sumando al 2023 cerca de 20 obras. A los 7 años pisó el teatro por primera vez en el recinto de la familia, el teatro “Manolo Fábregas”, que abrió sus puertas en 1965. Ahí él “ayudaba en la dulcería y a contar billetes”, como lo aseguró en una entrevista radiofónica con el periodista Javier Poza.

En televisión acumula 8 series de televisión y 27 telenovelas, la primera en el año 1978 (Mamá Campanita); mientras que en cine 28 cintas, la última en el 2014 (Huérfanos).

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Su proyecto actual del cual forma parte, es la serie para televisión restringida, “Archivo muerto”, por el canal Unicable de TelevisaUnivision, en donde es el presentador de la emisión y al final emite una reflexión acerca de casos de temas reales llevados a la ficción y que son importes para la sociedad y que por lo tanto sus capítulos han sido bien recibidos.

En esta serie a veces las víctimas reales de los casos y en otras ocasiones especialistas, emiten su testimonio o comentario que dejan en la audiencia una referencia y la invita a la reflexión. “Archivo muerto”, escrita por Sergio Sánchez Suárez, transmite su segunda temporada los viernes.

Hijo de emblemáticas estrellas del espectáculo como Manolo Fábregas y Fela Fábregas, hermano de la primera actriz Mónica Sánchez-Navarro, Rafael se considera amante del teatro, más que de otras plataformas. Comenta que el veinte le cayó a través de la obra “Cómo ser una buena madre judía”, exitosa puesta en escena al lado de Susana Alexander, en la que le correspondió interpretar a tres personajes a la vez.

Sánchez-Navarro ha mantenido su vida privada alejada de los comentarios de los medios y de sus mismos seguidores, reflejando que su compromiso es a través de su trabajo y su profesionalismo, más allá del interés que pueda causar su vida íntima.